jueves, 10 de abril de 2014

Mi primera experiencia con la Hipnosis Terapéutica.


¡Buenas tardes amig@s!

Hacía tiempo que no escribía entradas en el blog, y hoy he decidido continuar dónde lo dejé el último día.

En la última entrada os hablaba acerca de cómo se desarrolla una sesión de Hipnosis Terapéutica y las recomendaciones a seguir para lograr ese estado ideal de profunda relajación o trance hipnótico.

Pues bien, hoy voy a contaros acerca de mis experiencias en sesiones de hipnosis.

Mi primera experiencia fue como no, en clase, cuando estábamos estudiando y practicando sobre la Hipnosis. Ya habíamos probado varias sesiones de relajación únicamente y la tarde de ese día que os voy a contar, pues ya estaba yo deseosa de probar una sesión real. Como no tenía terapia preparada para tratar nada, puesto que era una práctica, mi compañero de clase, que ejercía en esos momentos de hipnoterapeuta, pensó en realizarme un ejercicio muy chulo que se llama "Reencontrarse a sí mismo" y viene a ser como que sientes que conectas con tu ser interior, conectas contigo mismo.

El caso, es que me preparé en el sillón, cómodamente sentada, tapadita con la manta y dispuesta al 100% para empezar a "sentir".

Mi compañero empezó con la relajación y yo mientras me metí en mis pensamientos...

La verdad es que pensaba de todo, recordaba cosas que había hecho durante la semana, lo que iba a hacer ese día que era sábado al salir de clase, pensaba sobre los amigos... en fin, yo inmersa en mis pensamientos y mi compañero a mi lado con la relajación. Yo por supuesto que le oía, puesto que estaba a mi lado, pero no le prestaba atención consciente.

Recuerdo al rato, no sabría decir cuántos minutos, quizás 10... empecé a sentir mucha relajación a nivel corporal, pesadez de piernas, brazos y cuerpo en general. Conforme pasaban los minutos me sentía más y más relajada, también a nivel mental, ´realmente es difícil de explicar si no se vive, pero sería un estado de "uffff qué a gusto estoy, me da igual todo, me dejo llevar..." y eso hice, me dejé llevar por esas sensaciones de relajación.

Cuando comenzó el ejercicio de "Reencontrarse a si mismo", yo estaba consciente, por supuesto, pero ya estaba en ese "estado ideal" de hipnosis, y en ese momento sí que le escuchaba lo que decía, pero ya dentro de ese estado.

Puedo decir que es un ejercicio muy bonito y yo en hipnosis tengo tendencia a mover los brazos y las manos, y bueno, lloré de la emoción, levanté los brazos como si cogiera una luz o una estrella, no recuerdo bien, y me la llevaba al corazón. Yo estaba consciente, pero esos movimientos no los hacía de forma consciente o preparada, simplemente me dejaba llevar y lo sentía así. La hipnosis es "sentir" y cuando sientes algo, ya pasa a ser real.



Cuando mi compañero contó hasta 6 y me despertó, lo hice muy relajada y muy muy feliz, (es uno de los efectos de este ejercicio), tenía una sonrisa de oreja a oreja y me encontraba fenomenal, y eso que fue un ejercicio aislado, no terapia, pero para que os hagáis una idea de la potencia de la hipnosis. Además estaba muy contenta, por haber probado por fin una sesión y desde luego no me decepcionó en absoluto.

Si tenéis cualquier duda, respecto a esto que os cuento, comentad y os responderé encantada. Y si habéis vivido alguna sesión de hipnosis y queréis compartir vuestras experiencias, adelante, así interactuamos todos.

En la próxima entrada os contaré un tratamiento real que me hicieron con hipnosis terapéutica y sus resultados.

¡Un saludo y  a disfrutar de la tarde del jueves!